21 mayo 2009

Concierto de Eliades Ochoa en Donostia


Guajiro dichoso

ELIADES OCHOA. Lugar y fecha.
Victoria Eugenia. Donostia. 14/05/2009. Intérpretes. Eliades Ochoa (voz, guitarra), Marco Antonio Fernández (piano), Osnel Odit (guitarra), José Ángel Martínez Nieves (bajo), Jorge Maturell (percusión), Eglis Ochoa (maracas), Alain Antonio Dragoni (trompeta), Lennis Lara (trompeta).


Fallecidos
, entre otros, Compay Segundo, Ibrahim Ferrer y Rubén González, él es una de las últimas estrellas vivas del proyecto Buena Vista Social Club, que nació como disco impulsado en 1997 por Ry Cooder y alcanzó fama mundial hace ahora diez años merced a la película homónima de Wim Wenders. En ella Eliades Ochoa se mostraba orgulloso de sus orígenes guajiros -campesinos- y recordaba cómo a los ocho años, cuando era del mismo tamaño que su guitarra, comenzó a tocar en los barrios bajos de Santiago de Cuba donde pasaba el sombrero para recoger unas propinas con las que ayudar a su humilde familia.

Hoy tiene 62 años y una sólida reputación como abanderado de la música tradicional cubana. Y continúa usando sombrero vaquero, como el que lució el jueves en el teatro Victoria Eugenia, convertido durante dos horas en una sucursal de la Casa de la Trova donde se fueron sucediendo los sones, las guarachas y los boleros. Apareció blandiendo esa guitarra que encierra un sonido tan característico y dio las buenas noches con Llora mi nena, Estoy como nunca y Si me faltara el carnaval. Llegó El carretero, su buque insignia en Buena Vista Social Club, y al coreado estribillo "A caballo vamos p'al monte" le siguieron otros tan sabrosones como el del montuno Píntate los labios María, en el que los trompetistas demostraron tener unos pulmones absolutamente huracanados.

Estuvo vasilón Eliades. Después de enternecer al público con el clásico Toda una vida aseguró que lo que le preocupa no es fallecer, algo que a todos nos ocurrirá, sino todo el tiempo que hay que estar muerto después. Incluso bromeó con su apellido y el euskera: "Ustedes ya saben que los Otsoa somos lobos, ¿verdad?".

Mayoritariamente santiaguera, la banda estuvo enorme en temas como la célebre El cuarto de Tula o Cambio de profesión, esa tonada humorística "con mensaje" en la que se pregunta qué vino primero: "¿la gallina o el huevo?"

Antes de metamorfosear en son el corrido mexicano El rey y despedirse con Caminito de Zaza cantó una de las piezas más esperadas, Chan Chan, una monumental y redonda composición original de Compay Segundo que sonó perfecta.

El único bis, cómo no, fue Candela, otra de las grandes canciones de Buena Vista Social Club. Con ella se despidió ese hombre que en una canción dice aspirar a ser un "guajiro dichoso" y que, mientras tanto, trabaja en el empeño de conseguir la felicidad del respetable a través de la música. "Chapea el monte, cultiva el llano, recoge el fruto de tu sudor".

1 comentario:

Basilio Lakort dijo...

Ya te he conseguido linkar, cuestión que no es baladí para mi. Es más, me ha costado el copón. Saludos