13 marzo 2010

Visita el cabaret 'Es-Puto' en Lugaritz


En más de diez años de profesión, este humilde fotero/plumilla no había asistido jamás a una rueda de prensa en la que una mujer mostrara sus pechos. Pues bien, ayer ocurrió. Vale, de acuerdo, no era exactamente una mujer, sino una marioneta. Y travesti, para más señas. Pero la muy deslenguada parecía estar más viva que mucha gente de alrededor. Todo gracias al aliento que le insufla su creador, Ángel Valente, cuando le mete mano para manipularla.

Oficio no le falta. Han pasado 21 años desde que fundó la compañía El Espejo Negro y aspira a morir entregado al noble arte de las marionetas. Hoy y mañana presentan el cabaret guiñolesco Es-Puto en el centro cultural Lugaritz (20.00 horas) y a juzgar por el aperitivo que sirvieron en la rueda de prensa de ayer, es un espectáculo muy a tener en cuenta.


"Una marioneta puede ser mejor actor que una persona de carne y hueso"

"Soy excesiva, exuberante y explosiva; vamos, una puta de cabaret". Así se presentó a la prensa ayer, manipulada por sus creadores, Marianna Travelo, "la única marioneta travesti" del mundo. Hoy y mañana ofrecerá sus encantos al público que se acerque al donostiarra centro cultural Lugaritz para disfrutar del espectáculo Es-Puto a las 20.00 horas. Dirigido al público adulto, el servicio cuesta 10 euros.

Travelo es sólo uno de los más de 30 personajes de ficción que viajan en este montaje de la compañía malagueña El Espejo Negro. Su director, Ángel Calvente, no se cansa de reiterar que "las marionetas son actores". "Depende de quien las manipule, pueden ser incluso mejores que los de carne y hueso". Por eso, todas las mañanas saluda a "sus hijos de gomaespuma" nada más entrar en el local de ensayo. "Gracias a las marionetas estamos aquí. Yo no sería nada sin ellas, que dan la cara y me permiten decir cosas que no me atrevo a decir sin tenerlas como parapeto. Las respeto como si fueran profesionales y es indispensable que el espectador vea a un actor, no a una marioneta", explica Calvente, que lleva al frente de la compañía 21 años.

Define Es-Puto como un "cabaret petardo y corrosivo" que "no deja títere con cabeza". La propuesta está articulada en torno a varios sketches en los que participan una treintena de marionetas. Algunas son pequeñas, de guante, pero la mayor parte de ellas cobran vida gracias a la técnica japonesa del Bunraku. Una o varias personas vestidas de negro se sitúan detrás de los muñecos y los mueven sin que se les vea gracias al uso de un juego de luces especial. "Eso hace que el público vea a personajes vivos", explica.

Travelo es la maestra de ceremonias del cabaret Es-Puto, una especie de "vómito humorístico" que, según su director, está muy ligado a la sátira política y siempre abierto a la improvisación. "Marianna está con el radar encendido, habla con los espectadores y les hace subir al escenario. Y si el público quiere más caña y más leña, la tiene", advierte.

para adultos Firme defensor de los títeres para adultos, Calvente sólo ha dirigido un espectáculo para niños en dos décadas, La vida de un piojo llamado Matías, el texto del donostiarra Fernando Aramburu por el que la compañía logró el Max en la categoría infantil. "En el mundo del teatro, las marionetas parecemos el hermano bastardo, pero nosotros seguimos al pie del cañón", dice.

En la rueda de prensa de ayer, la deslenguada Travelo habló por boca de su creador -él es quien realiza todos los diseños de los muñecos- y desató las risas de los periodistas al definirse como "un cruce entre el muñeco diabólico y la reina Sofía". "Me he operado tres veces los pechos y por dentro estoy hueca porque soy una marioneta. Tengo 21 años aunque no lo parezca porque la gomaespuma se deteriora mucho, como el látex de los condones", aseveró Marianna, que actuará junto a su perro Trotsky y su camello Joselito -"nos trae la droga"-. No faltarán los homenajes a Rocío Jurado, Lola Flores e incluso a Freddie Mercury.


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