19 enero 2011

Los conciertos del Dock Of The Bay 4


Dock Of The Bay calling

ESTE
resumen de la cuarta edición del Festival Dock of The Bay será más musical que cinematográfico, ya que la imposibilidad de asistir a todas las proyecciones nos inhabilita para realizar una valoración global de los documentales. Los responsables de la muestra han conseguido salvarla de la crisis y, tras un año de barbecho, han regresado con ajustes que han allanado el camino de la consolidación. La Sala Club del Victoria Eugenia se ha sumado al evento y ha registrado varios llenos mientras el Teatro Principal sigue aportando solera a un certamen que ya piensa en su edición de 2012.

El espectador no sólo ha podido recorrer Canadá junto a The White Stripes o recordar los años mozos de David Bowie; no sólo ha disfrutado de la gira americana de Delorean o ha asistido al auge y caída del sello Creation Records en el documental Upside down, el mejor de los que hemos visto. También ha podido presenciar tres citas musicales diferentes y a cual más interesante. La primera reunió el viernes en Le Bukowski a los ondarrutarras Sad Town Losers con su fresco y variado rock and roll y al solista getxotarra Moby Dick, que exhibió una voz y un sentimiento fuera de lo común.

Al día siguiente, el más moderno y premiado de los músicos patrios, El Guincho, convirtió el Doka en una sauna tropicalista en la que dos componentes de Extraperlo acompañaron con guitarra y bajo la voz y la percusión y la artillería electrónica del intérprete canario.

La última función la abrió majestuosamente Chris von Sneidern, que tras la charla del ex manager de The Clash, Johnny Green, se sumó a la banda del estadounidense Chuck Prophet para versionar enterito el más famoso e influyente disco del grupo de Joe Strummer. Algunas covers del fogoso y divertido directo en Le Bukowski perdieron su clásico toque reggae, pero todas ellas -de London calling a Train in Vain- sonaron soberbias, como también lo hizo la propina Bankrobber. Los Clash fueron dioses del rock and roll y Chuck es ahora su profeta.

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